El equipo de Luis Zubeldía se impuso no sin suspenso con goles de José Sand (PT 10m y ST 20m), Carlos Quintana (PT 31m) y Eduardo Salvio (ST 10m) al Tomba, para el que anotaron Leandro Caruso (PT 20m), Iván Borghello (ST 24m) y Martín Aguirre (ST 31m).Lanús encontró este viernes aire en su presente al vencer por 4-3 a Godoy Cruz en el Sur. El conjunto de Luis Zubeldía supo aprovechar sus momentos y se mostró contundente en ataque, aunque atrás volvió a dejar dudas y con ellas permitió que el encuentro se le complique hasta el final y que sólo con el pitazo póstumo pueda darse por liquidado.
José Sand, que estuvo algo errático, fue el primero en avisar con un tiro desde la izquierda que se desvió al córner, y en la jugada siguiente Nicolás Olmedo bajó infantilmente a Sebastián Salomón en el área y Juan Pablo Pompei no dudó en cobrar penal. Sand le pegó abajo y a la derecha de Nelson Ibáñez y anotó el primero de la noche a los diez minutos. Luego, el mismo Sand podría haber aumentado pero tapó Ibáñez.
Pero, otra vez, en cada oportunidad en que el Tomba intentó atacar, encontró espacios, sobre todo mediante el juego aéreo y por los costados. Así, a los 20, Leandro Caruso capturó un rebote del fondo, pasó entre Maximiliano Velázquez y Salomón y clavó la pelota en el arco de un sorprendido Carlos Bossio.
Así, si bien los avances visitantes eran de temer, fue Lanús quien creó las chances más claras, explotando sobre todo el sector izquierdo. De ese sector llegó, a los 31, el córner de Sebastián Blanco que Carlos Quintana cabeceó alto y a la red. Luego, Eduardo Salvio perdió su chance de aumentar: su irrupción por derecha fue ahogada por Ibáñez.
La segunda mitad comenzó con otra tónica. El Granate se fue con todo sobre el arco de Ibáñez y cascoteó el área mendocina dispuesto a estirar la ventaja. Sand se lo perdió en un mano a mano con el arquero y Blanco disparó afuera tras recibir un rebote. No sorprendió entonces que a los diez minutos Blanco enviara un centro desde la izquierda y Salvio cabecee al tercero.
Poco después, a los 20, Lagos encaró a Ibáñez por derecha y habilitó a Sand, quien sólo tuvo que empujarla para el cuarto. El partido parecía tertminado pero, más allá de que la defensa del Tomba estaba de oferta, el conjunto de Luis Zubeldía levantó el pie del acelerador. Sólo que se olvidó de que su solidez defensiva no está para esos trotes, y regaló un epílogo para el infarto.
A los 24, Iván Borghello desbordó por derecha sin oposición alguna y definió cruzado ante Bossio. De contra, Salvio tuvo el quinto pero le ganó el guardameta, y Chiquito Bossio se lo tapó en las narices a Caruso. Pero a los 31, tras un córner, Martín Aguirre ni tuvo que saltar para cabecear al tercero a la izquierda de Bossio.
A partir de entonces, sólo quedó lugar para el suspenso. El trámite se hizo intenso y emotivo, pero no hubo lugar para más conquistas. Lanús se llevó todo el premio, pero no la absoluta tranquilidad. Esta vez le tocó festejar frente al esfuerzo de Godoy Cruz, pero le queda en el paladar el sabor del vértigo, del peligro innecesario. Y de su propia irregularidad.
José Sand, que estuvo algo errático, fue el primero en avisar con un tiro desde la izquierda que se desvió al córner, y en la jugada siguiente Nicolás Olmedo bajó infantilmente a Sebastián Salomón en el área y Juan Pablo Pompei no dudó en cobrar penal. Sand le pegó abajo y a la derecha de Nelson Ibáñez y anotó el primero de la noche a los diez minutos. Luego, el mismo Sand podría haber aumentado pero tapó Ibáñez.
Pero, otra vez, en cada oportunidad en que el Tomba intentó atacar, encontró espacios, sobre todo mediante el juego aéreo y por los costados. Así, a los 20, Leandro Caruso capturó un rebote del fondo, pasó entre Maximiliano Velázquez y Salomón y clavó la pelota en el arco de un sorprendido Carlos Bossio.
Así, si bien los avances visitantes eran de temer, fue Lanús quien creó las chances más claras, explotando sobre todo el sector izquierdo. De ese sector llegó, a los 31, el córner de Sebastián Blanco que Carlos Quintana cabeceó alto y a la red. Luego, Eduardo Salvio perdió su chance de aumentar: su irrupción por derecha fue ahogada por Ibáñez.
La segunda mitad comenzó con otra tónica. El Granate se fue con todo sobre el arco de Ibáñez y cascoteó el área mendocina dispuesto a estirar la ventaja. Sand se lo perdió en un mano a mano con el arquero y Blanco disparó afuera tras recibir un rebote. No sorprendió entonces que a los diez minutos Blanco enviara un centro desde la izquierda y Salvio cabecee al tercero.
Poco después, a los 20, Lagos encaró a Ibáñez por derecha y habilitó a Sand, quien sólo tuvo que empujarla para el cuarto. El partido parecía tertminado pero, más allá de que la defensa del Tomba estaba de oferta, el conjunto de Luis Zubeldía levantó el pie del acelerador. Sólo que se olvidó de que su solidez defensiva no está para esos trotes, y regaló un epílogo para el infarto.
A los 24, Iván Borghello desbordó por derecha sin oposición alguna y definió cruzado ante Bossio. De contra, Salvio tuvo el quinto pero le ganó el guardameta, y Chiquito Bossio se lo tapó en las narices a Caruso. Pero a los 31, tras un córner, Martín Aguirre ni tuvo que saltar para cabecear al tercero a la izquierda de Bossio.
A partir de entonces, sólo quedó lugar para el suspenso. El trámite se hizo intenso y emotivo, pero no hubo lugar para más conquistas. Lanús se llevó todo el premio, pero no la absoluta tranquilidad. Esta vez le tocó festejar frente al esfuerzo de Godoy Cruz, pero le queda en el paladar el sabor del vértigo, del peligro innecesario. Y de su propia irregularidad.
